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lunes, 6 de agosto de 2012

MI PUNTO DE VISTA....POR HUMBERTO SALINAS S.
PORQUE LAS PENSIONES SON UN PROBLEMA GRAVE, SEGUN CONCANACO?

Ignoro porque el señor Jorge Davila  Flores, quien es el dirigente de la CONCANACO, diga que uno de los problemas que va a enfrentar el proximo gobierno federal es es el de las pensiones, como asunto prioritario porque crea vulnerabilidad en las finanzas publicas...mira nada mas que hombre tan ignorant.

Este hombre, se preocupa por la periodicidad que se tiene al pagar el gobierno lo que debe de pagara quienes por LEY se han jubilado o los haan pensionado....pero nose preocupa por los altos dineros que el gobierno federal TIENE QUE PAGAR HEREDADO DEL FOBAPROA y otros adeudos mas que sobre el partcular se llevan un alto porcentaje que no han dicho a cuanto asciende...lo que si saben estos señores es cuanto se paga por las pensiones...porque de los jodidos si se sabe todo, la ley lo permite...pero lo que se paga a loscapitlistas, eso no se sabe..
al sector comercio se le ha presentado en este gob ierno un alto crecimiento de la informalidad, es decir, por cada empresario formal que se instala y dispone a pagar impuestos a contratar personal y todo en regla ,se le anteponen 4 comercios informales..y ah, como han de estarle gruñendo las tripas a este individuo al que quisiera que todo estviera bien, pero como no puede hablar mucho del gb ierno sexenal de don FELIPE CALDERON, pues le avienta al problema de las pensiones....

GRACIAS A 60 LECTORES DE TEZIUTLAN, PUEBLA, QUE OPINARON SOBRE AMLO.
Muchas gracias a jovenes lectores de mi columna que se lee hasta Teziutan, Puebla...opinan que AMLO es un divino procer de la independencia...que con PEÑA NIETO nos va a ir del cocol...dicen que a mifamilia y a mis vecinos y amigos nos va a ir mal en lo economico... mas mal que nos ha ido con CALDERON no puede irnos mas...la calidad de vida, medido, en pesos y centavos, no con palabras que me salen del corazon como a ellos, nos ha disminujido la calidad de vida....teniamos para comprar auto sino nuevo al menos de medio uso, ahora seguimos con el CON..SUMISMO AUTO....con su mismo traje, con su mismo lugar para vivir...soliamos salir a vacaciones al menos una vez al año, ahora salimos cada dos o tres años....
pero ASEGURAN QUE CON AMLO, nos iria mejor...si fueramos viejitos que como en el DF.,les dan dinero para vivir...

 

 

 

 

 

 

La Cappella Maggiore recibió su nombre, la Capilla Magna, del hecho de que existía otra capilla también usada por el Papa y su séquito para el culto diario. En la época de Sixto IV, ésta era la capilla del papa Nicolás V, que había sido decorada por Fra Angelico. Está documentado que la Cappella Maggiore existía en 1368. Según un comunicado de Andreas de Trebisonda a Sixto IV, en el momento de su demolición para dar paso a la capilla actual, la Cappella Maggiore estaba en estado de ruina, con las paredes inclinadas.[3]

La capilla actual, en el lugar de la Cappella Maggiore, fue diseñada por Baccio Pontelli para Sixto IV, de quien toma su nombre, y construida bajo la supervisión del arquitecto Giovanni de Dolci entre 1473 y 1481.[4] Las proporciones de la capilla actual parecen mantener estrechamente las de la original. Tras ser completada, fue decorada con frescos de algunos de los artistas más famosos del Alto Renacimiento, incluyendo a Botticelli, Ghirlandaio, Perugino y Miguel Ángel.[3]
La primera misa en la Capilla Sixtina fue celebrada el 15 de agosto de 1483, fiesta de la Asunción, y en la cual la capilla fue consagrada a la Virgen María.[5]
La Capilla Sixtina ha mantenido sus funciones hasta el día de hoy, y continúa siendo la sede de los eventos importantes del calendario papal, a menos que el Papa esté de viaje. Hay un coro permanente, la Capilla musical pontificia, schola cantorum o escolanía de la Capilla Sixtina, para el cual han sido compuestas algunas piezas originales, la más famosa es el Miserere de Gregorio Allegri.[6]
Dos importantes encuentros de artistas con el Papa tenían lugar en la Capilla Sixtina. El 7 de mayo de 1964, Pablo VI convocó allì la Misa con artistas. En su discurso al final, subrayó la íntima vinculación entre arte y religión, y ofreció a los artistas una alianza de amistad.[7] El 21 de noviembre de 2009, en la Capilla Sixtina se reunieron más de 260 artistas con el Papa Benedicto XVI. Su alocución fue una profunda reflexión sobre la belleza poniendo el ejemplo del fresco del Juicio Final de Miguel Ángel.[8]

[editar] Cónclave papal

Una de las funciones principales de la Capilla Sixtina es la de sede de la elección de cada Papa en el cónclave del Colegio cardenalicio. Durante un cónclave, una chimenea es instalada en el tejado de la capilla, en la que el humo actúa como una señal. Si sale humo blanco, (fumata bianca), formado al quemarse las papeletas de la elección, significa que se ha elegido a un nuevo Papa.
Fumata bianca
Si ningún candidato obtiene la mayoría (dos tercios de los votos), sale humo negro (fumata nera), formado al quemarse las papeletas junto con paja húmeda y algunos productos químicos, que indica que todavía no ha habido una elección satisfactoria. [9]
Fumata negra
El cónclave también proporciona a los cardenales un lugar en el que pueden oír misa, comer, dormir y pasar el tiempo asistidos por sirvientes. Lós cónclaves han sido celebrados en la Capilla Sixtina desde 1455, y hasta el Cisma de Oriente fueron celebrados en la basílica dominica de Santa Maria sopra Minerva.[10] Desde 1996, la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II establece que los cardenales se alojen en la Domus Sanctae Marthae durante el cónclave, pero que las votaciones se realicen en la Capilla Sixtina.[11]
Antiguamente, todos los cardenales electores tenían un palio como signo de equivalente dignidad. Después de que el nuevo Papa aceptaba su elección, daba su nuevo nombre; en ese momento, los cardenales tiraban de una cuerda atada a sus asientos para bajar sus palios. Hasta las reformas establecidas por Pío X, los palios eran de diferentes colores para distinguir a los cardenales nombrados por cada Papa. Pablo VI abolió los palios completamente, ya que durante su papado, el Colegio de Cardenales había aumentado hasta el punto de que los cardenales tenían que sentarse en dos filas, haciendo que los palios obstruyeran la visión de los cardenales de la fila trasera.

[editar] Arquitectura

[editar] Exterior

La Capilla es un edificio alto y rectangular de ladrillo, y su exterior no tiene adornos arquitectónicos ni escultóricos, como es común en muchas iglesias medievales y renacentistas de Italia. No tiene fachada principal ni entradas exteriores; sólo se puede acceder a través del interior del Palacio Apostólico, y el exterior sólo es visible desde las ventanas de alrededor y desde patios interiores del palacio. Los espacios internos están divididos en tres niveles, de los cuales el inferior es el más grande, con un sótano abovedado con varias ventanas utilitarias y un acceso al patio exterior.
Vista exterior de la Capilla Sixtina.
Encima está el espacio principal, la Capilla Sixtina. El edificio tenía seis ventanas altas y arqueadas en cada lado y dos en cada extremo, pero algunas de ellas han sido tapadas. Encima de la bóveda hay otra planta con salones para la Guardia Suiza Pontificia. En esta planta se construyó un pasillo al aire libre que rodeaba el edificio, con una arcada en fachada. Este pasillo ha sido cubierto pues originaba goteras en la bóveda de la Capilla.
El hundimiento y agrietamiento de la mampostería también ha afectado a la Capilla, y ha requerido la construcción de grandes contrafuertes que refuercen las paredes exteriores. La construcción de otros edificios contiguos también ha alterado el aspecto exterior de la Capilla.

[editar] Interior

Las medidas interiores de la Capilla Sixtina son 40,9 metros de largo por 13,4 metros de ancho, las dimensiones del Templo de Salomón según el Antiguo Testamento.[12] El techo abovedado se encuentra a 20,7 metros de altura.
La medida exacta es difícil de determinar, sin embargo, las proporciones generales de la Capilla son correctas con un margen de unos pocos centímetros. La longitud es la medida de referencia: dividida por tres da el ancho y dividida por dos da la altura.
Para matener la proporción, había seis ventanas a cada lado y dos en cada extremo. La mampara que divide la capilla se colocó inicialmente a medio camino desde el altar, pero esto ha cambiado. Proporciones claramente definidas fueron una característica de la arquitectura renacentista y reflejaban el creciente interés en la herencia Clásica de Roma.
Interior de la Capilla Sixtina
El techo de la capilla es una bóveda de cañón rebajada que surge de una serie de lunetas que rodean las paredes donde surgen los arcos de las ventanas. La bóveda está cortada en sentido transversal por pequeñas bóvedas formadas sobre cada ventana, que la dividen en su nivel más bajo en una serie de grandes pechinas elevadas sobre pilastras poco profundas entre las ventanas. La bóveda de cañón fue pintada originalmente de color azul brillante con estrellas doradas, según el diseño de Piermatteo d'Amelia.[3] El pavimento es de cosmatesco, un estilo decorativo que usa mármol y piedra coloreada en un diseño que refleja la proporción previa en la división del interior y también marca el camino procesional desde la puerta principal, utilizado por el Papa en ocasiones importantes, como el Domingo de Ramos.
La mampara o transenna de mármol, obra de Mino da Fiesole, Andrea Bregno y Giovanni Dalmata divide la capilla en dos partes.[13] Originalmente había el mismo espacio para los miembros de la Capilla Pontificia, en el lado del altar, y para los peregrinos y los ciudadanos al otro lado. Sin embargo, al crecer el número de asistentes del Papa, la mampara fue movida reduciendo la zona de los fieles. La transenna esta coronada por una hilera de candeleros ornamentados, antiguamente dorados, y tiene una puerta de madera, donde antiguamente había una puerta de hierro forjado dorado, Los escultores de la transenna también crearon la cantoria o galería del coro.

[editar] Tapices de Rafael

En 1519 las paredes laterales son cubiertas con una serie de tapices, cuyos originales fueron diseñados para la capilla por Rafael y representan episodios de la Vida de San Pedro y la Vida de San Pablo tal y como las describen los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles: los cartones preparatorios de tamaño natural para siete de los diez tapices son conocidos como Cartones de Rafael y se conservan en el Museo de Victoria y Alberto de Londres.[14] Los tapices de Rafael fueron saqueados durante el Saco de Roma de 1527 y fueron quemados por el metal precioso que contenían o distribuidos por toda Europa. A finales del siglo XX se reunió una colección (ya se habían realizado varias colecciones nuevas) y usados de nuevo en la Capilla Sixtina en 1983.

[editar] Decoración

Diagrama de la decoración de las paredes y el techo de la Capilla Sixtina, que se compone de frescos y una colección de tapices. Son obra de distintos artistas y resultado de distintos encargos, algunos de los cuales se contradecían.
Las paredes están divididas en tres niveles principales. El más bajo está decorado en oro y plata pintado al fresco, imitando los pliegues de tapices o cortinajes. Esta decoración se pensó para embellecer las paredes vacías cuando los tapices de Rafael no estaban expuestos en ellas. El nivel central tiene dos ciclos de pinturas que se complementan, La Vida de Moisés y La Vida de Cristo. Fueron encargados en 1480 por Sixto IV y realizados por Ghirlandaio, Botticelli, Perugino y Cosimo Rosselli, junto a algunos de sus ayudantes, como Pinturicchio. El nivel más alto está dividido en dos zonas. En la zona baja, entre las ventanas, hay una Galería de Papas, pintadas al mismo tiempo que las Vidas. Sobre de los arcos de las ventanas están los lunetos, en donde se encuentran los Antepasados de Cristo, pintados por Miguel Ángel como parte de la decoración de la bóveda.
La decoración de la bóveda, encargada por Julio II y realizada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512, tiene un conjunto de nueve pinturas que muestran escenas del Génesis, como: La Creación, La Relación de Dios con la Humanidad y La Caída del Hombre. En las pechinas que sustentan la bóveda, están pintados doce hombres y mujeres, los profetas y las sibilas, que profetizaron que Dios enviaría a Jesucristo para la salvación de la humanidad.
En 1515, Rafael recibió el encargo de León X de diseñar una serie de diez tapices para colgar en la zona inferior de las paredes.[15] Rafael tenía 25 años entonces y era un artista reconocido en Florencia, con una serie de clientes adinerados, aunque era ambicioso, también deseaba trabajar para el Papa.[16] Rafael se sentía atraído por la ambición, grandeza y energía de Roma.
Rafael vio el encargo como una oportunidad de poder llegar a ser comparable a Miguel Ángel, mientras el Papa lo vio como su respuesta a la bóveda encargada por su predecesor.[17] El trabajo comenzó a mediados de 1515. Debido a su gran tamaño, los tapices fueron fabricados en Bruselas a lo largo de cuatro años, por los tejedores del taller de Pieter van Aelst.[18]
Aunque el complejo diseño de Miguel Ángel para la bóveda no era exactamente el que Julio II tenía en mente cuando le encargó pintar a los Apóstoles, el proyecto consistía en un programa iconográfico consecuente con el resto de la decoración. Sin embargo, esto fue alterado cuando posteriormente, Miguel Ángel recibió el encargo de decorar la pared del altar con el El Juicio Final, que realizó entre 1536 y 1541. Pintar este mural exigió que se eliminaran dos episodios de las Vidas, varios de los Papas y dos grupos de Ancestros. Dos ventanas fueron tapiadas y dos de los tapices de Rafael se hicieron innecesarios.

[editar] Frescos laterales

Las Pruebas de Moisés, Detalle del fresco de Sandro Botticelli, pintado entre 1481 y 1482.

[editar] Cristo entregando las Llaves a San Pedro

Analizaremos, como ejemplo, uno de los más importantes frescos del ciclo, siendo los demás de gran calidad y complejidad iconográfica semejante. De entre los frescos pintados por Perugino en la Capilla Sixtina, el de Cristo entregando las Llaves a San Pedro es estilísticamente el más instructivo. La escena es una referencia a Mateo 16:18-19, donde las llaves del Reino de los Cielos son entregadas a San Pedro.[19] Esas llaves rerpesentan el poder de perdonar los pecados y difundir la Palabra de Dios, permitiendo a otros de ese modo poder entrar en el Cielo. Las figuras principales están situadas en dos filas comprimidas cercanas a la superficie de la pintura y debajo del horizonte.[20] El grupo principal, que muestra a Cristo entregando las llaves de oro y plata a San Pedro, que está arrodillado, está rodeado por los demás Apóstoles, incluyendo a Judas (quinta figura a la izquierda de Cristo), todos con aureolas, junto a retratos de contemporáneos incluyendo uno que parece ser un autorretrato (quinta figura desde el borde derecho, vestida de negro y contemplando al espectador). El suelo está formado por rectángulos rebajados divididos por líneas de piedra coloreada, aunque no son usados en la organización del espacio. Tampoco lo es la relación entre las figuras ni la invención del pórtico del Templo de Salomón lo que domina la pintura eficazmente resuelta. Los arcos triunfales en los extremos aparecen como referencias antiguas superfluas, apropiadas para una audiencia romana. Más alejadas están representadas dos escenas secundarias de la vida de Cristo: el Tributo de la Moneda a la izquierda y el Intento de Lapidación a la derecha.
El estilo de las figuras está inspirado por Andrea del Verrocchio.[21] Los ropajes, con su gran complejidad, y las figuras, particularmente las de varios apóstoles, incluido San Juan Evangelista, con bellas características, con el pelo largo y suelto y el porte elegante y refinado recuerdan al Santo Tomás del grupo escultórico de Verrocchio en la Iglesia de Orsanmichele. Las poses de las figuras imitan una serie de actitudes básicas que se repiten constantemente, generalmente de forma inversa de un lado al otro, lo que significa que se ha usado el mismo tapiz. Son figuras gráciles y elegantes que están firmemente posadas en el suelo. Las cabezas son más bien pequeñas en proporción con el resto de los cuerpos, y los rasgos son tratados delicadamente con considerable atención a los detalles de menor importancia.
El templo octogonal de Jerusalén[22] y sus porches, que dominan el eje central, pudieron haber sido inspirados por un proyecto arquitectónico, pero el tratamiento que le da Perugino es la representación de un modelo de madera, pintado con exactitud. El edificio, con sus arcos, sirve como telón de fondo frente al cual se desarrolla la acción. Perugino ha hecho una significativa contribución en la representación del paisaje. La sensación de un mundo infinito que se extiende por el horizonte es más marcado que en cualquier otra obra de sus contemporáneos, y los árboles de hojas alargadas sobre el cielo nublado y las colinas de color gris azulado en la distancia dan una solución que los pintores posteriores encontrarían instructiva, especialmente Rafael.
Se creía que el fresco era un buen augurio en los cónclaves: la superstición decía que el cardenal que (seleccionado por sorteo) se sentaba en el lugar que había bajo el fresco era el que tenía más probabilidades de ser elegido. Documentos de la época indican al menos tres cardenales que se sentaron bajo el fresco durante los cónclaves en los que fueron elegidos papas: Julio II, Clemente VII y Paulo III.[23]

[editar] Otros frescos

Los demás frescos son:
ImagenPared Norte: Historias de la vida de Cristo (1481-82)ImagenPared Sur: Historias de la vida de Moisés (1481-82)
Pietro Perugino cat13a.jpgPerugino & Pinturicchio: Bautismo de CristoPietro Perugino cat13d.jpgPietro Perugino y ayudantes: Vuelta de Moisés a Egipto y Circuncisión de Eliezer
05 Tentaciones de Cristo (Botticelli).jpgSandro Botticelli: Tentaciones de Cristo y Ofrenda del leprosoEventos de la vida de Moisés (Sandro Botticelli).jpgSandro Botticelli y ayudantes: Pruebas de Moisés
Domenico Ghirlandaio - Llamada a los primeros apóstoles (Capilla Sixtina, Roma, 1481-82).jpgDomenico Ghirlandaio: Vocación de los primeros ApóstolesCosimo Rosselli Attraversamento del Mar Rosso.jpgCosimo Rosselli, Domenico Ghirlandaio o Biaggio d'Antonio: Paso del Mar Rojo
Cosimo Rosselli Sermone della Montagna.jpgCosimo Rosselli: Sermón de la Montaña y MilagrosCosimo Rosselli le Tavole della Legge.jpgCosimo Rosselli y Piero di Cosimo: Hechos de Moisés tras el descenso del Sinaí
Pietro Perugino - Entrega de las llaves a San Pedro (Capilla Sixtina, Roma, 1481-82).jpgPietro Perugino: Entrega de las llaves a San PedroSandro Botticelli - Castigo de Coré, Datán y Abirám (Capilla Sixtina, Roma, 1481-82).jpgSandro Botticelli: Castigo de los rebeldes
Cosimo Roselli - Última Cena (Capilla Sixtina, Roma, 1481-82).jpgCosimo Rosselli: Última CenaSignorelli, Luca - Moses's Testament and Death - 1481-82.jpgLucca Signorelli y Bartolomeo della Gatta: Testamento y muerte de Moisés
Hendrick van den Broeck - Resurrección de Cristo (Capilla Sixtina, Roma, 1572-85).jpgEn la pared de entrada: Hendrik Van den Broeck (sobre el mismo tema de Ghirlandaio, destruido por el hundimiento del arquitrabe de la puerta en 1522): Resurrección de Cristo (1572)Matteo da Lecce - Disputa junto al cuerpo de Moisés (Capilla Sixtina, Roma, 1572-85).jpgEn la pared de entrada: Matteo da Lecce (sobre el mismo tema de Lucca Signorelli, destruido por el hundimiento del arquitrabe de la puerta en 1522): Disputa por el cuerpo de Moisés (1574)

[editar] Miguel Ángel

Fragmento del techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel.
Miguel Ángel Buonarroti recibió en 1508 el encargo de Julio II de repintar el techo de la Capilla. Originalmente estaba pintado como un cielo azul con estrellas doradas. El trabajo comenzó el 10 de mayo de 1508 y se prolongó hasta el 31 de octubre de 1512.[24] Casi 30 años más tarde, Miguel Ángel pintó también El Juicio Final, sobre la pared del altar, ente 1536 y 1541, por encargo de Paulo III Farnese.[25]
Miguel Ángel quedó intimidado por las dimensiones del encargo y dejó claro desde el principio que prefería rechazarlo. Él se consideraba escultor antes que pintor, y sospechaba que algunos de sus rivales habían aconsejado el Papa que le encargase un proyecto de tan gran escala para verle fracasar. Para Miguel Ángel, el proyecto era sólo una distracción de su trabajo como escultor de mármol, que le había mantenido ocupado durante los años previos.[26]
Las fuentes de inspiración de Miguel Ángel no están fácilmente determinadas; teólogos joaquinistas y agustinianos estaban entre las influencias de Julio II. Tampoco se conoce en qué grado contribuyó realmente su propia mano físicamente en la pintura de cualquiera de las imágenes particulares que se le atribuyen.[27]

[editar] Bóveda

La Creación de Adán, la más famosa de las imágenes de la bóveda.
Para alcanzar el techo, Miguel Ángel necesitaba un soporte; la primera idea vino del arquitecto del Papa, Donato Bramante, que quería construir un andamio colgado con cuerdas. Sin embargo, la idea de Bramante no sirvió, y la estructura que construyó era defectuosa. Agujereó el techo para colgar cuerdas que sujetasen el andamio. Miguel Ángel se rió al ver la estructura, y dijo que dejaría agujeros en el techo cuando el trabajo finalizara. Preguntó a Bramante que pasaría cuando él, al pintar, alcanzase las perforaciones, pero el arquitecto no supo qué responder.
El lugar de sujeción del andamio se aprecia en este luneto.
El problema fue presentado al Papa, que ordenó a Miguel Ángel que construyera su propio andamio. Miguel Ángel creó una plataforma de tablas de madera sujetas sobre soportes enganchados en agujeros de las paredes, sobre las ventanas. Él se situaba sobre este andamio mientras pintaba.[28]
Miguel Ángel usó colores brillantes, fácilmente visibles desde el suelo. En la parte baja del techo pintó a los antepasados de Cristo. Sobre ellos, pintó alternados a los profetas y a las sibilas, con Jonás sobre el altar y Zacarías en el otro extremo. En la parte central, Miguel Ángel pintó nueve escenas del Génesis. Originalmente sólo se le encargó pintar doce figuras, los Doce Apóstoles. Rechazó el trabajo porque él se consideraba escultor, no pintor. El Papa dio permiso a Miguel Ángel para pintar las escenas y figuras bíblicas que él eligiera como compensación. Cuando el trabajo estuvo terminado, había pintado más de 300 figuras, que mostraban la Creación, Adán y Eva en el Jardín del Edén y el Diluvio Universal.

[editar] El Juicio Final

San Bartolomé mostrando su piel desollada (en la que hay un autorretrato de Miguel Ángel) en El Juicio Final
El Juicio Final fue pintado por Miguel Ángel entre 1536 y 1541, tras el Saqueo de Roma de 1527 por las fuerzas mercenarias del Sacro Imperio Romano Germánico, que terminaron con el Renacimiento romano, poco antes del Concilio de Trento. El trabajo fue hecho en una gran escala, y ocupa toda la pared tras el altar de la Capilla Sixtina. El Juicio Final es una representación de la segunda venida de Cristo y el Apocalipsis. Las almas de la humanidad se levan y descienden hacia sus destinos, juzgadas por Cristo y su santo séquito. La pared en la que El Juicio Final está pintado se inclina ligeramente sobre el espectador en su parte alta, y está pensado así para que el fresco parezca un tanto aterrador, e infunda temor y respeto al poder de Dios. A diferencia de los otros frescos de la Capilla, las figuras son muy musculosas y parecen algo torturadas, incluso la Virgen María, en el centro, parece estar acobardada ante Dios.
El Juicio Final fue objeto de disputa entre el Cardenal Carafa y Miguel Ángel. Como representó figuras desnudas, el artista fue acusado de inmoralidad y obscenidad. Carafa y Monseñor Sernini (embajador de Mantua) organizaron una campaña de censura para borrar los frescos. Cuando el maestro de ceremonias del Papa, Biaggio da Cesena, dijo que era vergonzoso que en un lugar tan santo se hubieran representado todas esas figuras desnudas, y que era una decoración propia de un baño público o de una taberna, pero no de una capilla papal,[29] Miguel Ángel le representó en el fresco como Minos, el juez del infierno. Se dice que cuando Cesena se quejó al Papa, el pontífice respondió que su jurisdicción no incluía el infierno, por lo que el retrato se mantendría.
Los genitales del fresco fueron cubiertos más tarde por el artista Daniele da Volterra,[30] al que este trabajo le hizo ganarse el sobrenombre de "Il Braghettone" ("El Pintacalzones").

[editar] Restauración y controversia

"Sin haber visto la Capilla Sixtina, uno no puede formarse una idea apreciable de lo que el ser humano es capaz de lograr".
La Capilla Sixtina tras la restauración
Entre junio de 1980 y octubre de 1984 se llevó a cabo la primera parte de la restauración de los frescos de la Capilla Sixtina, que consistió en trabajar en las lunetas hechas por Miguel Ángel. Después de esto, el trabajo se centró en la bóveda, que comenzó en noviembre de 1984 y fue completado en diciembre de 1989, y para finalizar se trabajó en El Juicio Final. Los restauradores montaron unos andamios sujetos a unos huecos en la pared, los mismos que había utilizado Miguel Ángel para sujetar su andamio. La restauración completada se mostró al público el 8 de abril de 1994, cuando Juan Pablo II la develó.[32] La última parte fue la restauración de los frescos de las paredes, que fue aprobada en 1994 y develada el 11 de diciembre de 1999.[33]
La parte de la restauración de la Capilla Sixtina que causó mayor preocupación fue el techo, también obra de Miguel Ángel. La aparición de los colores brillantes de los Antepasados de Cristo hizo temer que los procesos empleados en la limpieza eran demasiado fuertes. Esto se puede apreciar observando algunas pequeñas secciones que los restauradores dejaron sin limpiar (a ambos lados de El Juicio Final) para que se apreciara el contraste entre el estado de las pinturas antes y después de la restauración.
El profeta Daniel, antes y después de la restauración.
El problema estaba en el análisis y la comprensión de las técnicas usadas por Miguel Ángel, y la respuesta técnica de los restauradores a ese problema. Un examen detallado de los frescos de los lunetos convenció a los restauradores que Miguel Ángel trabajó exclusivamente en buon fresco, es decir, el artista trabajó sólo sobre yeso recién puesto y cada sección del trabajo se completó mientras que el yeso se encontraba todavía fresco. En otras palabras, Miguel Ángel no trabajó a secco; no añadió detalles más tarde sobre el yeso seco.
Los restauradores, sabiendo que el artista dio un enfoque completo de la pintura, dieron un enfoque completo a la restauración. Se tomó la decisión de que toda la capa sombreada por la cola animal, el humo y la cera y las zonas repintadas estaban contaminadas de un modo u otro: los depósitos de humo, los primeros intentos de restauración y las pinturas de restauradores posteriores en un intento de animar la aparición de la obra. Basándose en esta decisión, según los datos de restauración que se han proporcionado, los científicos del equipo de restauración se decidieron por un disolvente, que efectivamente devolvió el techo a su capa de yeso impregnada de pintura. Después de ese tratamiento, sólo lo que se pintó a buon fresco se mantendría. [cita requerida]
sacaran y cuantificaran loq ue AMLO Y EL PRD regala a los os obligan a que sino van a los mitines, les quitan la           pension.....
si el PRI y sus ab

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