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lunes, 10 de mayo de 2010

Madres, las de antes...las de ahora, muy diferentes.

No, no es por darle menos importancia a las madres de hoy, que las hay y muy en su papel, sobre todo las jóvenes que han adoptado y adaptado el papel que sus abuelitas o sus madres también en su buen papel, han sabido predicarles…felicito a mis nueras que han sabido ser esposas, madres e hijas también…..


Mire usted, dice el saltillense escritor y periodista Armando Fuentes Aguirre, Catón, que su abuelita aun no contaminada con eso de la liberación femenina, que no les ha dejado libertad siquiera para si mismas, ha convertido a la mujer en todo, menos en una próxima abuelita, porque las abuelitas de antes, todo se les iba en llorar, en compungirse, en sentirse adoradas por hijos y nietos por la cara de tristeza que les acompañaba siempre…

Ah, y eso que para una mujer así, sufrida, llorona en el buen sentido de la palabra, porque mi abuelita Tachita a la que yo amé tanto como abuela materna, la vi siempre llorando, bien porque me veía llegar, porque me veía salir de la ciudad, con rumbo a esta preciosa ciudad de Nuevo Laredo, o porque me veía feliz, o porque veía a mi madre o a mis tíos con alegría, porque los veía enfermos o sanos….siempre lloraba..

Catón también dice que las abuelitas de ayer, las que no lograron romper aun las cadenas que el propio hombre les habían puesto y atarse a nuevas cadenas que ellas mismas se pusieron en las muñecas y todo su cuerpo, al decidir ya no atender con tanto esmero a la familia ni al viejo, pues he escuchado que dicen, ese trabajito nos envejece, prefirieron atarse a un trabajo con horarios pesados, con tareas agotadoras, con nuevas rutinas , manejar auto, estresarse por tantas cosas…

Libres, libres, las abuelitas de antes que lejos de andar en sospechosísimos por parte de sus esposos, pues no daban la menor queja de ser vistas con compañeros de trabajo, pues sus tareas de amas de casa y madre de familia le dejaban tiempo para la lectura, a merendar con amigas y vecinas, a obras de asistencia eclesiástica, sentarse en la mecedora preferida para tomar una limonada fresca para esperar a hijos y nietos venir de la escuela y al marido de su trabajo, y aun tener la energía necesaria para recibirlos con un beso , una bella sonrisa y un buen abrazo.

En cambio las liberadas de hoy, deben salir a trabajar para contribuir a la casa, y sino hay necesidad, crean la de que :: para eso estudie ::, aparte cumplir con el hogar, con los hijos, el marido …dicho esto ultimo, el tiempo dedicado a hijos y marido es poco que siempre dejan en ellos una hambre y sed de la compañía de ellas.

Eso les pasa dice la escritora Penny Senvy, por haber renunciado a lo que la naturaleza pide para cumplir con las exigencias de la sociedad…

Ahora ya no lloran por remordimientos como las abuelas de antes, ahora lloran porque el tiempo ya no les permite seguir trabajando, salir a la calle, atender cosas no propias de su naturaleza o porque recuerdan que todo tiempo pasado…fue peor, porque no les dieron atención adecuada y suficiente a hijos y esposo….pero eso es la liberación femenina, de la que yo aun no entiendo nada de nada…saludos…gracias..

ORA…ya empezó la guerra entre partidos a dar guerra…y es el PAN, el partido que a pesar de estar en el poder , el no poder convencer a nadie ya, empieza la guerra sucia, esa guerra que la líder del PRI Beatriz Paredes, dijo en Mérida que no había para qué invocar….el PAN acusa al copetón Peña Nieto, gobernador del Estado de México de desviar recursos…el PAN pretende que con esas conductas peleoneras va a llamar la atención a las acciones faltas de sensibilidad de sus diputados y senadores, amen de gobernadores y el propio presidente de la republica, asumen cada día …

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